El cáñamo es una planta de la familia de las cannabáceas que se cultiva desde hace miles de años por su fibra, sus semillas y sus propiedades medicinales. Esta planta tiene una larga historia de uso en muchas culturas de todo el mundo, especialmente en Asia, África y Europa.
El cáñamo contiene muchos compuestos activos, como cannabinoides, terpenos y flavonoides, todos ellos responsables de los efectos terapéuticos de la planta. Los cannabinoides, en particular el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC), son los compuestos más estudiados por sus efectos sobre la salud.
El CBD es un cannabinoide no psicoactivo, lo que significa que no tiene un efecto euforizante sobre el cuerpo y la mente. Se utiliza a menudo para tratar la ansiedad, el dolor crónico, la inflamación, la epilepsia y otras enfermedades. El THC, en cambio, es un cannabinoide psicoactivo, lo que significa que puede producir efectos psicotrópicos en los consumidores.
El cáñamo se confunde a menudo con la marihuana, que es otra variedad del cannabis. Sin embargo, a diferencia de la marihuana, el cáñamo contiene una baja cantidad de THC, normalmente inferior al 0,3%, lo que lo hace legal en muchos países, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea.
El cultivo de cáñamo ha experimentado un resurgimiento en los últimos años, en gran parte debido al creciente interés por los productos a base de CBD. El cáñamo se cultiva en todo el mundo para producir diversos productos, como alimentos, productos para el cuidado de la piel, ropa y productos con CBD.